pies embarrados de brea sureña ,
y el agitado palpitar sofocado ,
de ese tren loco llamado corazón,
los negros ojos brillantes cual luceros ,
que encandilan al mirar tan profundamente ,
y en la mano un puñado de cerezas ,
para compartir beso a beso,
y el océano por medio de los pensamientos ,
mar agitado en las noches solitarias ,
y el titilar de las estrellas del cielo raso ,
del azul cuarto del tango ,
veranos ardientes de quince años ,
aroma a romance nocturno entre ,
las playas solitarias y el rio desierto ,
de pecadores deseos ...
tren atropellados de caricias ,
desenfrenadas sin destinos ...
destinadas a un destino olvidado .
y el agitado palpitar sofocado ,
de ese tren loco llamado corazón,
los negros ojos brillantes cual luceros ,
que encandilan al mirar tan profundamente ,
y en la mano un puñado de cerezas ,
para compartir beso a beso,
y el océano por medio de los pensamientos ,
mar agitado en las noches solitarias ,
y el titilar de las estrellas del cielo raso ,
del azul cuarto del tango ,
veranos ardientes de quince años ,
aroma a romance nocturno entre ,
las playas solitarias y el rio desierto ,
de pecadores deseos ...
tren atropellados de caricias ,
desenfrenadas sin destinos ...
destinadas a un destino olvidado .
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